domingo, 15 de febrero de 2015

La pregunta es: ¿qué preferimos: que la gente lea la trilogía de 50 Sombras de Grey o que no lea absolutamente nada?

Un lugar ya muy común es decir que la lectura trae consigo muchos beneficios, tanto para el aprendizaje, como para la estructura mental, el simple entretenimiento o incluso que puede prevenir enfermedades como el Alzheimer o algunas otras. Se sugiere que la gente lea y hay campañas para que los niños lean cuando menos 20 minutos al día. 

Pero esta sugerencia de internarse al mundo de la lectura, casi nunca viene acompañada por lo que se debe leer. Libros hay de diversos temas, géneros y de distintas calidades, aunque ahí es donde empieza lo subjetivo del asunto.

Con libros como Cincuenta Sombras de Grey me vuelve a la mente ese eterno debate: ¿qué es mejor, que la gente lea libros como esta trilogía o que no lea nada? ¿que la gente lea a Carlos Cuauhtémoc Sánchez o que ni siquiera abra un libro durante los 365 días del año?

Por un lado, se podría pensar que el hábito de la lectura podría adquirirse, aunque sea con libros como éstos, y que posteriormente, podrían llevar a lecturas con mucho más valor literario o informativo.

Por otro lado, hay quienes piensan que libros como Un Grito Desesperado o Juventud en Éxtasis no dejan realmente nada de beneficio y que es mejor que no cayeran en las manos de nadie y muchos menos de los jóvenes.

Entiendo que lo ideal sería que la gente leyera a Virginia Woolf, a Mario Vargas Llosa, William Faulkner, Borges, Cortázar, Carlos Fuentes o a Murakami, pero ese es tema para otra reflexión, ya que para ello se necesita de la participación de la escuela, de los maestros, de los amigos, de los padres y de algo más.

Pero para efectos de este blog, la pregunta sigue siendo: ¿qué es mejor, que alguien abra un libro, por malo que sea y lo lea o que no lea libro alguno a lo largo de todo el año? 


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