miércoles, 28 de mayo de 2014

A disfrutar el Mundial... sin la selección mexicana

Estamos a dos semanas exactamente de que inicie la tan ansiada Copa del Mundo en Brasil. La espera de cuatro años termina y los 32 equipos saldrán a la cancha para dar lo mejor de sí y tratar de sumar puntos, de entrada, en los primeros tres partidos.

Sin duda se esperan buenos partidos, grandes jugadas, emociones, alegrías y sinsabores. Todo lo que un torneo corto en donde están algunos de los mejores jugadores del mundo.

Sin duda hay que disfrutar de este evento que ha cobrado una fuerza impresionante tanto en lo comercial como en lo económico y en muchos otros rubros. ¿Y cómo podemos disfrutarlo mejor? Siendo objetivos, no dejándonos llevar por falsas expectativas. Seamos claros: la selección mexicana no ganará el mundial, es un hecho. La selección mexicana ha pasado por uno de sus periodos de preparación más pobres, complejos y hasta ridículos, teniendo tres entrenadores en una semana. El "Piojo" Herrera es un buen técnico "a secas"; en México ha ganado solamente un título, por demás circunstancial y ahora le piden el milagro de llegar al quinto partido. ¿Saben cuándo estuvo por fin completo el "equipo mexicano" que nos va a representar en Brasil? Hace una semana, es decir a 20 días de empezar las "hostilidades" puede tener el equipo completo y trabajar con él, cuando vamos a jugar con equipos que han tendido 2 ó 3 años al menos de preparación y de entendimiento en la cancha.

El día de hoy, Goldman Sachs publicó un estudio en donde, tomando en cuenta distintos elementos y estadísticas de la historia de partidos oficiales, da un porcentaje de probabilidad a los 32 equipos para ser campeones del mundo en esta edición del 2014. Brasil tiene, según las distintas variables, más del 48 por ciento de probabilidades de llevarse el título, seguido por Argentina (14.1) y Alemania (11.4). España y Holanda completan la lista de los que realmente tienen probabilidades de coronarse. México tiene 0.1 por ciento de probabilidades, al igual que países como Australia, Irán, Nigeria y Korea. Esta es la edición número 20 de los mundiales, de los cuales han ganado solamente 8 países.

Conclusión: Veamos los partidos, tomando en cuenta ese 0.1 por ciento y recordando que El Chepo, El Flaco Tena, Vucetich y ahora "El Piojo" estuvieron al frente de nuestro representativo y que estuvimos a un minuto de no estar presentes en esta justa mundialista.

Ya veo a los medios, dándonos posibilidades de ganarle a Croacia, Camerún y por qué no a Brasil. Poniéndonos en la siguiente ronda, llegando al tan anhelado quinto partido y porqué no, un poco más allá. Ya veo a muchos creyendo en el milagro y sintiéndose defraudados por los jugadores. "Pinche Chícharo", "pinche Oribe", "pinche Piojo" no sirven para nada, son de lo peor", dirán muchos.

Lo que sugiero, para disfrutar de este Mundial, es hacerlo, sin tomar en cuenta a la selección nacional. Recordemos que no nos jugamos ni el honor del país, ni la deuda externa, ni el territorio nacional en estos tres partidos. Es un simple torneo al cual vamos muy mal preparados y que ganará, seguramente, alguno de los 8 países que lo ha hecho en ocasiones anteriores.

No nos amarguemos de entrada el espectáculo y tomemos en cuenta todo lo anterior. Disfrutemos de los buenos partidos, de los grandes equipos, de las estrellas que estarán presentes, de los momentos que quedarán marcados en la memoria de este deporte y de este evento que se da en muy contadas ocasiones.

No soy "panbolero", pero hay que saber apreciar un evento que es tan relevante a nivel mundial y que comercial y económicamente tiene tal trascendencia (aún con las mañas y mafias de la FIFA). No nos desgarremos las vestiduras por el "equipo tricolor" y dejemos que ruede el balón y que gane el mejor...
























































viernes, 16 de mayo de 2014

Cuando conocí a Cerati

Ayer se cumplieron cuatro años  de aquel accidente cerebrobascular que ha puesto a Gustavo Cerati en un lugar que nos es difícil explicar.

Soda Stéreo nunca fue mi hit; en aquellos años ochenteros en los que el grupo sonaba más fuerte en nuestro país, yo andaba en otras cosas, más "pesadas" y metaleras. Eran tiempos en que o se era "fresa" o se era "rockero". No podías ser las dos cosas. Muy pocas de sus canciones me gustaban, las escuchaba cuando se cruzaban por mis oídos, pero hasta ahí.  Y después se separaron y vino la etapa de solista de Cerati... y menos lo seguí.
Sabía la gran admiración que le tenían.muchas personas que yo consideraba con buen gusto musical  Por esa razón, en varias ocasiones intenté escuchar algunos de sus discos, pero no me transmitían nada. Me parecían iguales todas las canciones y sus letras no tenían sentido.

Corría el año 2009 cuando por cuestiones de trabajo, supe algunos meses antes que asistiría a los tres conciertos que Cerati daba en el Auditorio Nacional. Nuevamente regresé a un CD quemado (regalo de Don Robles, gran admirador del argentino) donde tenía sus más grandes éxitos, pero sucedió lo mismo, ese click no se daba.

Era inminente que estaría en los tres conciertos y habría que darle la última oportunidad. Todo o nada. Compré el álbum Fuerza Natural, homónimo de la gira que realizaba en aquel entonces. Lo escuché la primera vez y nada; la segunda y nada tampoco, pero la tercera vez, algo pasó; recuerdo cómo la música comenzó a entrar por los oídos y por el cerebro de una manera extraña. Sentí como cuando el miope se pone lentes y puede ver mucho mejor. La letra y las notas de la guitarra de la canción Magia hizo eso precisamente con mis neuronas. Fue ahí mi primer "encuentro" con Cerati.


A partir de ahí, fui otra vez a ese CD quemado y todo cambió. El "veinte" había caído y ahora todo sonaba diferente. Escuché completo el Ahí Vamos, el más "rockero" de sus discos y las canciones fueron cayendo: Lago en el Cielo, Uno entre 1000, Al Fin Sucede,  Caravana, Adiós. Un mes antes de los conciertos, ya era fan de Cerati. Y así, "cayó" también el Amor Amarillo y el Bocanada. El Siempre es Hoy todavía no acababa de entrar (pero ya llegaría su momento).

Llegó el día; asistiría al Meet & Greet con Cerati, previo al primer concierto. El grupo que estábamos ahí, esperamos cerca de dos horas. La gente de OCESA primero nos dijo que estraríamos con él 15 minutos y que todos nos podríamos tomar una foto; después la versión fue que serían 10 minutos; luego, 5 minutos y solamente una foto grupal. Hasta que por fin llegó, bajó de su camioneta y con su copete y gafas dijo: "¿Qué hago? Ustedes díganme, yo hago lo que quieran", pero llegaron los OCESOS y organizaron la foto y la firma de los discos hasta que se fue a su camerino.

Rogando un poco a la gente de seguridad, pudimos quedarnos al soundcheck. Algo "mágico". Un concierto, en el Auditorio Nacional, para el grupo de 10 personas que estábamos ahí. Cinco canciones para nosotros solitos. Por cierto, recuerdo que Cerati se enojó porque la canción de Fuerza Natural no sonó como el quería. Y vino el primer concierto, el segundo y el tercero (todo esto, gracias al buen Yeici).

¿El concierto? Una maravilla. La primera parte TODO el Fuerza Natural, completito. La segunda parte, las clásicas. "Gracias totales" (que por cierto muchos esperaban y nunca se escuchó)

A partir de ahí, seguí escuchando sus discos y tratando de entender sus letras y música. Luego entendí, que no había que tratar de entenderla. Hasta ese momento me dí cuenta de lo elaborado de sus melodías, de lo complejo de sus letras y de lo cuidado de sus producciones.
Al analizar sus letras, sin duda podemos notar que era un verdadero amante del lenguaje y le encantaba jugar con las palabras. Un claro ejemplo es el doble sentido que aparece en muchas de sus canciones. Un doble sentido, muy inteligente (obviamente nada que ver con albures), que en ningún otro artista he encontrado.

Gracias por venir - Gracias porvenir
Siempre es hoy - Siempre Soy
Estoy azulado - Estoy a su lado
A Merced - A merced
Adiós - A Dios
Juegos de mente - Juegos demente
Si no olvido, moriré - Sin olvido, moriré
Ver si hay algo de cierto - Ver si hay algo desierto
Y así, muchas más que están escondidas en sus canciones.

Unos meses después, vino el concierto en Venezuela y lo que todos sabemos. Algo increíble. Ahora que ya por fin había entendido su música, tenía que silenciarse por alguna extraña razón, por alguna extraña fuerza sobrenatural.


El año pasado leí Cerati en primera persona. Un libro bastante original en donde se recogen muchísimas entrevistas hechas al argentino tanto en radio, televisión, prensa, internet que se van acomodando de manera cronológica y en donde Cerati habla de sus discos, de cómo surgieron, de sus producciones, de sus letras y de lo que pasaba en su vida y en su mente a la hora de lanzarlos. Me entero que le gustaba mucho el rock progresivo y King Crimson en particular... ahora se aclaraba todo, ja.


Aquí uno se da cuenta que Cerati estaba lleno de conceptos que iba plasmando en sus canciones, en sus álbums. Un obsesivo por los detalles. Un hombre creativo que siempre buscaba lo diferente, lo complicado, que nunca estaba satisfecho. Un ser humano por demás complejo que lleva cuatro años buscando algo que no logramos entender. #FuerzaCerati

Les dejo la entrevista que le hicieron a su madre en una estación de radio de Buenos Aires el año pasado. Impresionante lalucidez y la tranquilidad de la señora. 

sábado, 10 de mayo de 2014

Luces, cámara, acción... #NFLShowtime

Vaya maquinaria que tiene la NFL para generar expectativa y pasión entre sus aficionados.No por nada es considerada la mejor liga en todo el mundo. Una tradición que evoluciona cada temporada, lo que sin duda da resultados en todos sentidos.

Hace dos semanas se dio a conocer el calendario de la temporada regular a 5 meses de que se juegue el primer juego. Y este jueves 8 de mayo, dio inicio el espectáculo de esta temporada con el Draft 2014.

La temporada comienza con la selección de unos jovencitos universitarios que ni siquiera son todavía parte de la NFL, pero que serán las futuras estrellas (y millonarios). Todo una parafernalia para anunciar estas selecciones. Conferencias de prensas,noticieros, analistas, programas de debate, entrevistas, cobertura en periódicos, revistas, televisión.

Todos los aficionados, sobre todo en Estados Unidos, pendientes de las futuras estrellas de sus equipos (qué diferencia al draft que se quiso implementar hace algunos años en nuestra liga de fútbol mexicana... todo un fracaso el conocido tianguis de piernas). Y el Draft de este año será histórico porque se da por primera vez la selección del primer jugador abiertamente gay por los Carneros en la persona de Michael Sam (lo cual también ayuda

Este Draft es una de las principales bases del éxito de esta liga, ya que permite un balance entre los distintos equipos. Así que el camino desde el Draft hasta al Super Bowl confirma la exactitud de los engranajes en la maquinaria perfecta de la NFL.

Y esto funciona porque toda la estructura del futbol americano en ese país, gira alrededor de la NFL. Así lo han entendido y por ello, existe un semillero impresionante a lo largo y ancho del territorio estaodunidense. Desde la organización en las escuelas primarias, hasta la liga colegial (NCAA), todo apunta hacia la National Football Year en donde se ven de forma tangible los resultados. Verdaderos súper atletas que se convierten en verdaderos Súper Héroes.

Con un canal que transmite las 24 horas, una logística  en el calendario que por ningún motivo cambia la hora o el día de un juego, el Monday Night Football, desde hace algunos años el Thursday Night Football, las reglas de la agencia libre, la repetición instantánea (primera liga en el mundo en tener este recurso), la mercadotecnia, los productos de consumo, patrocinios, la participación de todas las cadenas de televisión de manera democrática y consensuada, el pacto de no agresión entre jugadores, dueños, entrenadores, arbitros (nunca escucharán a ninguno de los involucrados hablando mal de otros; nunca verán a un jugador o entrenador culpando al referee de haber perdido un partido), las porristas, el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, etc., etc., etc., etc..

Y por si fuera poco, este año,  una película con Kevin Costner (Draft Day) viene a apuntalar todo lo anterior.


La NFL impacta a la economía norteamericana en aproximadamente 9.5 mil millones de dólares durante la temporada regular, dando aproximadamente 110 mil empleos directos e indirectos. Toda una industria que se ha sabido renovar. Una liga que está por arriba de todos los intereses, por arriba de todos los involucrados, incluso de los dueños, lo cual le ha dado el liderazgo que tiene.

Ya huele a NFL... que sea una GRAN TEMPORADA (aunque todavía falten tres meses para la postemporada). #GOSTEELERS

jueves, 1 de mayo de 2014

Cómo le perdí el respeto al "tal Gabo"

Con García Márquez me pasó algo muy curioso. Hace algunos años, descubrí a William Faulkner. Leí varias de sus obras clásicas como El Ruido y la Furia, El Villorrio, Santuario. Me maravilló el "mundo" que literalmente creó, basado en el desencarnado Sur de los Estados Unidos, previo a la Guerra Civil. Ese microcosmos que salió de la imaginación (y de la observación) de Faulkner es el condado de Yoknapatawpha y es en donde suceden prácticamente todas sus historias. Luego me enteré que había un libro que era el primero en donde Faulkner hacía referencia a este condado. Este libro se llama Sartoris y en el se narra la historia del Coronel Sartoris, así como de su hijo y su nieto; historia que abarca prácticamente 100 años. No es de sus mejores libros, pero es interesante conocer la génesis de la obra de este escritor estadounidense, ganador del Premio Nobel en 1949. Para ese entonces, ya había leído Crónica de una Muerte Anunciada y La Increíble y Triste Historia de la Cándida Eréndira y su Abuela Desalmada y me habían gustado, aunque no fascinado. 

Curiosamente, inmediatamente después de leer Sartoris, el libro que seguía en mi lista era Cien Años de Soledad. Conforme iba avanzando las páginas, no podía creer que el colombiano, se hubiera "fusilado" a Faulkner tanto con la invención de Macondo, como por el personaje del Coronel Buendía, como por la historia de los 100 años. Se me hacía una desfachatez, pero lo peor era que "nadie decía nada" y que seguían admirando a ese "farsante". Puede ser que por esta situación haya hecho que la laureada novela no me hubiera gustado: exagerado número de personajes, muchas licencias creativas de parte del autor y lo peor, que ya cuando la historia no va para ningún lado, en la última página, mañosamente pone la frase que incluye el nombre del título, como para "cerrar el círculo", detalle que se me hace demasiado forzado. Desde ahí, me surgió una suspicacia hacia la obra de García Márquez. Unos meses después, y "dándole una oportunidad" al avecindado en nuestro país, leí La Hojarasca y oh, sorpresa, la historia era prácticamente la misma de la novela Mientras Agonizo, también de Faulkner. A partir de ahí, le perdí el respeto al "tal Gabo"(por cierto, no le llamen Gabo, al menos que hayan cruzado alguna palabra con él...).. No podía ser de otra manera, luego de "plagiar" a uno de mis autores favoritos. 

Meses después me entero de la disputa que tuvieron en 1976 García Márquez y Mario Vargas Llosa,otro de mis autores favoritos, de cómo este último le dejó un ojo morado y de que el colombiano era y seguía siendo cuando leí el artículo en mil novecientos noventa y tantos, un gran amigo y defensor de Fidel Castro. Esta fue la gota que derramó el vaso. A partir de ahí no leí nada de él y sí mucho de Vargas Llosa. Sé, que la literatura no tendría que ver con este tipo de pasiones, pero así se dieron las cosas.

Curiosamente, el 17 de abril del 2014, el libro que leía era Luz de Agosto de William Faulkner, otra de sus grandes novelas ocurridas en la ciudad de Jefferson, capital del condado de Yoknapatawpha.
Ese día, prendí la televisión y todos los canales anunciaban la muerte de García Márquez, "el gran escritor, el inigualable, el creador del Quijote de nuestros tiempos, el único, el inmortal". Todo mundo le rendía pleitesía, todo mundo comentaba su vida y obra. El único que parecía no alabarlo era yo. En alguna de las entrevistas que se transmitieron ese día, fue la primera vez que escuché que García Márquez había sido GRAN admirador de William Faulkner. Yo no lo sabía. Pensaba incluso que el colombiano escondía esa admiración literaria. No había sido así. 

Un día después de la muerte del autor de El Amor y Otros Demonios, me "di el permiso" de leer Vivir para Contarla. Tenía el libro hacía muchos años, abandonado en las repisas, producto de un regalo de mi hermana. No me había interesado desempolvarlo luego de mis "desavenencias" con el escritor. Pero ese día, lo tomé y lo empecé a hojear. Cuál sería mi sorpresa, que en las primeras páginas, el otrora periodista narraba un pasaje de su vida en el que, acompañando a su madre, regresaba a su natal Aracataca, en una embarcación en la cual, mientras llovía a cántaros, leía, muy atento y con gran admiración, una novela del escritor que más admiraba y más admiró en toda su vida y al cual le debía mucho. Ese libro era, ni más ni menos que Luz de Agosto

No cabe duda de que la literatura obra de maneras misteriosas. No pude más que seguir leyendo la autobiografía, tratando de que aquellos prejuicios que me perseguían desde hacía algunos años no influyeran mi lectura...  En este momento que escribo estas líneas, la sigo leyendo y no me queda más que decir, que la estoy disfrutando mucho. . En otra de las entrevistas que vi el día de su muerte, García Márquez decía, luego de recibir el Nobel, "no cabe duda de que me salí con la mía al escribir mis novelas". Lo único que me lleva a pensar es: qué desfachatez, "copiar" a Faulkner y aún así, crear una obra, que ganó también el Premio Nobel. Pudiéramos decir, con todas estas coincidencias, que "hemos limado asperezas"

La prosa de García Márquez es, sin duda, única (aunque coincido con muchos que la de Álvaro Mutis, su gran amigo, era mejor). Su forma de escribir es, yo le llamo, hipnótica porque te va llevando por sus palabras y sus historias sin que te des cuenta. Todo esto ya se ha dicho mucho recientemente. Uno de los grandes, aunque no el más grande para mí.

Curiosamente tanto Faulkner, como García Márquez y Vargas Llosa, ganaron el Premio Nobel. No más peleas literarias, y mejor leamos a los tres...